Tomás y Lucas Argento son conocidos en el mundo del hockey como “los mellis” a pesar de ser gemelos. Pocos meses después de nacer, ya eran socios del club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA), ya que sus padres son afiliados desde mucho antes que ellos nacieran.Ellos completaron una familia, no muy típica, integrada por siete hermanos de los cuales solo ellos son el fruto de la relación de sus padres. Los otros cinco hermanos, tres mujeres y dos hombres, pertenecen a primeros matrimonios.
Durante su infancia, los directivos del jardín y colegio primario al que fueron, “Mary Graham”, y sus padres decidieron que no compartieran el mismo curso por razones pedagógicas. Habiendo tenido la experiencia de estar separados en la escuela, llegado el momento de cursar la secundaria, en el “Nacional de Buenos Aires”, fueron ellos mismos lo que decidieron que todo siga de la misma forma. Ya eran muchas cosas las que tenían en común, su casa, el hockey y amigos, que sumaban varias horas al día de disfrutar momentos juntos.
Desde jóvenes su buen nivel los llevo a integrar el seleccionado argentino de hockey, lo que los complicó mucho con las faltas. Eran 19 inasistencias y media por año de las que disponían, pero las giras y compromisos les hacían perderse entre 50 y 60 clases.
No eran muchos los lugares donde tenían que afrontar la responsabilidad de enfrentarse ya que estando en el mismo club era complicado. Pero siempre existe el momento y el lugar donde los hermanos se ven las caras y la secundaria fue ese lugar. En los torneos de fútbol internos, deporte que comenzaron jugando de chicos, sus cursos debieron enfrentarse y es ahí donde por única vez Lucas y Tomás fueron rivales.La medicina es un factor en común, junto con el hockey, muy importante en las vida de los hermanos Argento. Al finalizar el secundario intentaron de mil maneras seguir carreras distintas, pero la pasión y la profesión tiraron más. La misma carga horaria hizo que hasta deban cursar casi todas las materias juntos. El entrenamiento con el seleccionado de mañana, más sus roles de entrenadores de hockey femenino por la noche, hacen que solo dispongan tiempo por la tarde.
La Universidad de Buenos Aires (UBA) es el lugar que ellos eligieron para estudiar medicina y si bien aún van dos años de carrera su orientación seguramente será relacionada con la parte deportiva.
Ambos se encargan de entrenar a las chicas de la primera de hockey del club GEBA, mientras Lucas lo hace junto a Marcelo Garrafo (técnico de ellos) con las del selectivo A, Tomás se encarga de el selectivo B.
Lucas define a su hermano como muy solidario y un amigo, en cambio Tomás muestra enseguida su diferencia con él, auto denominándose desalineado y a Lucas como estructurado. Lo cierto es que ambos coinciden que uno es el complemento perfecto del otro, y esto claramente uno puede verlo fuera de una cancha como dentro. Tomás es el goleador de GEBA y de la selección Argentina, Lucas el capitán.
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